INTOLERANCIAS ALIMENTARIAS VS. ALERGIAS: ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA Y CÓMO DETECTARLAS?
En los últimos años, cada vez es más común escuchar sobre alergias e intolerancias alimentarias, pero también es frecuente confundir ambos términos. En España, aproximadamente el 5% de los adultos y entre el 7% y 8% de los niños padecen alguna alergia alimentaria. Y en cuanto a las intolerancias, más del 10% de los niños en edad escolar en España presentan alguna alergia alimentaria. A pesar de compartir algunos síntomas, son condiciones diferentes y es importante entender sus diferencias para abordar cada una de manera adecuada. Las consecuencias de no diferenciarlas correctamente pueden ir desde molestias digestivas recurrentes hasta reacciones graves que ponen en riesgo la vida.
En este artículo, explicaremos en qué se diferencian las intolerancias alimentarias de las alergias, por qué es importante diferenciarlas, y cómo el uso de los test genéticos puede ayudar en el diagnóstico de intolerancias alimentarias, permitiendo a las personas adaptar su dieta y mejorar su calidad de vida.
Definición de intolerancia alimentaria y alergia alimentaria
¿Qué es una intolerancia alimentaria?
Las intolerancias alimentarias son reacciones adversas al consumo de ciertos alimentos debido a una dificultad del organismo para digerirlos o metabolizarlos. A diferencia de las alergias, las intolerancias no involucran al sistema inmunológico. Esto significa que el organismo no considera el alimento como una amenaza, sino que simplemente carece de las herramientas necesarias para procesarlo correctamente.
Un ejemplo común es la intolerancia a la lactosa, que ocurre cuando el intestino no produce suficiente lactasa, la enzima necesaria para descomponer el azúcar de la leche. Esta deficiencia enzimática provoca síntomas digestivos como hinchazón, gases y diarrea tras consumir lácteos. Otras intolerancias comunes incluyen la intolerancia al gluten (no celíaca), la intolerancia a la histamina y la sensibilidad a ciertos aditivos alimentarios.
¿Qué es una alergia alimentaria?
En contraste, una alergia alimentaria es una respuesta inmunológica anormal hacia un alimento específico. Cuando una persona es alérgica a un alimento, su sistema inmunológico lo identifica erróneamente como una amenaza y libera anticuerpos y sustancias químicas, como la histamina, que provocan una reacción en el organismo. Este tipo de respuesta puede ser inmediata y grave, incluso con cantidades mínimas del alimento, y puede desencadenar síntomas respiratorios, cutáneos y, en casos extremos, una reacción anafiláctica que pone en peligro la vida.
Los alimentos que comúnmente causan alergias incluyen el maní, los frutos secos, los mariscos y los huevos. Las alergias alimentarias suelen diagnosticarse en la infancia, aunque algunas pueden desarrollarse más tarde en la vida.
¿Por qué es fundamental diferenciarlas?
Diferencias en los riesgos y consecuencias
Es importante diferenciar entre alergia e intolerancia debido a los diferentes riesgos que presentan. Las alergias pueden llevar a reacciones graves que requieren atención médica inmediata. En el caso de las intolerancias, aunque pueden ser molestas y afectar la calidad de vida, no suelen representar un riesgo mortal. Una persona con intolerancia puede experimentar síntomas digestivos incómodos, mientras que alguien con alergia puede enfrentar una reacción severa que afecte su sistema respiratorio o cardiovascular.
Tratamientos y manejo de síntomas
La diferencia en el tratamiento también es clave. En el caso de las alergias, es vital evitar completamente el alérgeno, ya que incluso pequeñas cantidades pueden desencadenar reacciones severas. Para las intolerancias, algunas personas pueden consumir pequeñas cantidades sin síntomas importantes o controlar los síntomas con el uso de enzimas (como la lactasa para la lactosa).
Conocer la diferencia permite elegir el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida. Mientras que una persona con intolerancia a la lactosa podría beneficiarse de consumir productos sin lactosa, una persona alérgica a la leche debe evitar todos los productos que contengan proteínas lácteas.
Métodos de detección y diagnóstico
Diagnóstico de las alergias alimentarias
Para diagnosticar una alergia alimentaria, los médicos utilizan principalmente dos tipos de pruebas: el test cutáneo (prick test) y los análisis de sangre para detectar IgE específicas. El prick test consiste en exponer la piel a pequeñas cantidades del alérgeno sospechoso; si se desarrolla una reacción en la piel, la prueba indica una posible alergia. Los análisis de sangre, por otro lado, miden la cantidad de anticuerpos IgE en respuesta a ciertos alimentos, lo cual también sugiere una alergia.
Estas pruebas ayudan a confirmar la presencia de una alergia, pero deben interpretarse cuidadosamente, ya que pueden arrojar falsos positivos o negativos.
Diagnóstico de intolerancias alimentarias
Para las intolerancias alimentarias, el diagnóstico suele ser más complicado, ya que no hay una respuesta inmune clara. Algunos métodos comunes incluyen:
-Pruebas de aliento: utilizadas para detectar intolerancias a carbohidratos específicos, como la lactosa o la fructosa.
-Dietas de eliminación: los alimentos sospechosos se eliminan y luego se reintroducen para observar si hay una respuesta adversa.
Aunque estas pruebas son útiles, tienen sus limitaciones y no siempre son concluyentes, lo que puede llevar a diagnósticos prolongados y confusos.
Ventajas de los test genéticos para intolerancias
Los test genéticos representan una herramienta avanzada para el diagnóstico de intolerancias alimentarias. Estos tests permiten identificar predisposiciones genéticas a ciertas intolerancias sin necesidad de exponer al organismo a los alimentos sospechosos. Por ejemplo, la genética puede revelar si una persona es portadora de variantes asociadas con la intolerancia a la lactosa, ofreciendo una visión más precisa y directa sobre su predisposición a esta condición.
Test genético de intolerancias alimentarias: ¿cómo funciona?
¿Qué mide un test genético de intolerancias alimentarias?
Un test genético de intolerancias alimentarias analiza variantes genéticas que están asociadas con la dificultad para procesar ciertos alimentos. Estos tests buscan en el ADN del usuario variaciones en genes específicos que influyen en la digestión de nutrientes. Por ejemplo, el gen LCT, que controla la producción de lactasa, está implicado en la intolerancia a la lactosa.
Proceso de realización del test
La realización de un test genético es un proceso sencillo y no invasivo. Generalmente, se toma una muestra de saliva que luego se analiza en un laboratorio para identificar las variantes genéticas relevantes. Esto permite obtener un diagnóstico preciso y confiable sin necesidad de pasar por pruebas más invasivas o restrictivas.
Interpretación de los resultados y beneficios
El resultado de un test genético ofrece una interpretación clara sobre la predisposición del individuo a ciertas intolerancias. Esto permite tomar decisiones informadas sobre la dieta y el estilo de vida. Por ejemplo, si el test indica predisposición a la intolerancia a la fructosa, la persona puede evitar alimentos ricos en este azúcar para reducir los síntomas.
¿Cuándo considerar un test genético?
Síntomas persistentes o leves
Cuando una persona experimenta síntomas digestivos persistentes y las pruebas convencionales no son concluyentes, un test genético puede ofrecer una respuesta. A diferencia de otros métodos, los test genéticos permiten obtener una visión clara sin necesidad de realizar pruebas invasivas o prolongadas.
Predisposición genética familiar
Las intolerancias alimentarias suelen tener un componente hereditario. Si hay antecedentes familiares de intolerancia a la lactosa, por ejemplo, realizar un test genético puede ayudar a identificar esta predisposición antes de que aparezcan los síntomas.
Beneficios adicionales para la salud a largo plazo
Además de reducir síntomas presentes, un test genético puede prevenir problemas de salud relacionados con la alimentación en el futuro. Al evitar alimentos que podrían ser problemáticos, se reduce la inflamación intestinal y el riesgo de complicaciones a largo plazo, como la irritación crónica o la malabsorción de nutrientes.
Conclusión
La diferenciación entre alergias e intolerancias alimentarias es esencial para el manejo adecuado de cada condición. Las alergias requieren evitar completamente el alérgeno para prevenir reacciones severas, mientras que las intolerancias suelen manejarse con ajustes dietéticos más flexibles.
Los test genéticos representan una herramienta útil para identificar intolerancias alimentarias de forma precisa, facilitando un diagnóstico rápido y permitiendo adaptar la dieta de manera adecuada. En Lorgen, ofrecemos el Test genético de intolerancias alimentarias, diseñado para ofrecer resultados confiables que pueden ser interpretados con el apoyo de profesionales de la salud y que permite descubrir tu predisposición genética y mejorar tu salud a través de una dieta personalizada. Si sospechas de una intolerancia o deseas obtener más información.
Laboratorio Lorgen Genética y Proteómica.