DETESEX®, UN TEST PARA QUIENES NECESITAN SABER CUANTO ANTES EL SEXO DE SU BEBÉ
“¿Qué prefieres que sea, niño o niña?” “Que esté sano”. Esta es una de las conversaciones más habituales cuando una mujer comunica su embarazo. Y, desde luego, es la mejor respuesta que se puede dar. El género del bebé es lo de menos. Sin embargo, que nazca con salud a veces depende de él. No es lo habitual, pero sí que puede darse el caso cuando alguno de los progenitores porta una enfermedad ligada al sexo. En esas situaciones, pero también por simple curiosidad, muchas personas recurren a Detesex®.
Esta es una prueba, patentada por laboratorios Lorgen, que puede discernir el género de un feto desde la semana 8 de embarazo. Normalmente, esta es una información que se aporta mediante ecografía a partir de la semana 16. Pero no siempre es sencillo, ya que la postura en la que se encuentre puede dificultar la observación de los genitales. En el caso de Detesex®, se realiza un análisis de sangre para estudiar las células del feto que se encuentran mezcladas con las maternas.
Es un test que se desarrolló inicialmente por motivos clínicos. Sin embargo, el auge de las fiestas de revelación de género ha llevado a que muchas personas elijan Detesex® incluso como regalo para embarazadas.
¿En qué consiste Detesex®?
En el pasado, el diagnóstico genético del feto se realizaba mediante técnicas tan invasivas como la amniocentesis. Esto se hacía solo en casos muy concretos. Por ejemplo, si había una probabilidad alta de síndromes cromosómicos, como el síndrome de Down.
Por suerte, con el tiempo se descubrió que a medida que avanza el embarazo empiezan a encontrarse algunas células fetales en la sangre materna. A partir de la semana 8 estas son suficientes como para poder realizar diagnósticos como los que se realizaban mediante la amniocentesis. Pero también para cuestiones como la determinación del sexo del feto.
En esta premisa se basa Detesex®, una prueba muy sencilla que se realiza mediante una herramienta con la que estamos ya muy familiarizados: la PCR.Y es que esta herramienta no se usa solo para determinar infecciones. Básicamente, lo que hace es sacar copias de un fragmento de ADN a la vez que busca en él una secuencia concreta. Sería algo así como una fotocopiadora que saca copias de libros, a la vez que busca una frase que solo se encuentra en uno de ellos. Y en este caso esa frase es un gen propio del cromosoma Y. Si este se detecta en la sangre de la embarazada, indicará que trae un niño al mundo.
Solo algunas limitaciones
Cabe destacar que Detesex® tiene algunas limitaciones que se deben tener en cuenta. La primera es que, en caso de que haya un embarazo múltiple, solo se puede detectar la presencia o ausencia de fetos masculinos. Es decir, si hay dos bebés y se detecta el cromosoma Y, esto indica que al menos uno de ellos es un niño. Pero también pueden ser los dos.
También existe la posibilidad de mosaicismo. Este es un fenómeno por el que un mismo individuo tiene dos o más líneas celulares distintas. Es decir, aunque se trata de una niña, puede que algunas células contengan el cromosoma Y.
Finalmente, puede haber problemas si la embaraza tiene obesidad. En un estudio publicado en 2013 se demostró que la cantidad de ADN fetal en la sangre de la embarazada disminuye con el peso de esta. Por eso, en caso de mujeres con obesidad, sería aconsejable que esperaran hasta un poco después de la octava semana.
¿Qué son las enfermedades ligadas al sexo?
Se conocen como enfermedades ligadas al sexo aquellas que se deben a variaciones en un gen ubicado en uno de los cromosomas sexuales. Es decir, el cromosoma X o el Y.
En el proceso de fecundación, el óvulo y el espermatozoide aportan uno de sus cromosomas sexuales. El óvulo solo puede aportar uno de sus dos X, mientras que el espermatozoide puede aportar un X o un Y.
Por lo tanto, si la enfermedad en cuestión va ligada al cromosoma Y, está claro que solo los fetos masculinos podrán tenerla. La cuestión es diferente cuando se trata del cromosoma X. Además, depende de que la enfermedad sea de herencia dominante o recesiva. Dicho muy grosso modo, si es dominante, basta con tener un cromosoma X enfermo para que se desarrolle la enfermedad. En cambio, si es recesiva, serán necesarios dos cromosomas X enfermos o un X enfermo y un Y para que haya enfermedad. Si hay un X de cada tipo tendremos a mujeres portadoras de la enfermedad, pero no la sufrirán.
Conociendo la composición genética de cada progenitor se puede tener una idea de cómo serán los hijos según su sexo. Y es que, en algunos casos, el hecho de nacer niño o niña puede condenarles sí o sí a tener la enfermedad.
Por ejemplo, si la herencia es recesiva y la madre está enferma y el padre no, todas sus hijas serán portadoras y todos sus hijos estarán enfermos. Esto es así porque la madre solo tendrá cromosomas X enfermos, que se combinarán con un X paterno sano en las hijas, pero con un Y en los hijos. En estos últimos no hay otro cromosoma X para compensar, por lo que no se libran de la enfermedad.
¿Por qué es tan útil Detesex®?
Hay todo tipo de enfermedades y condiciones ligadas al sexo. Algunas, como el daltonismo, son bastante inocuas. Sin embargo, existen algunas enfermedades mucho más graves. Por ejemplo, la distrofia muscular de Duchenne tiene exactamente el mismo tipo de herencia que el daltonismo, pero es infinitamente más grave.
Es por eso que, si conocemos la situación genética de los progenitores con respecto a la enfermedad, conocer el sexo de sus hijos supone mucho más que elegir el color de unos globos en una fiesta.
Si todo esto se conoce a priori, se puede plantear la opción de seleccionar los embriones. Existe algo conocido como diagnóstico genético preimplantacional, que permite realizar la fecundación in vitro y seleccionar solo los embriones sanos. En España no es legal seleccionar embriones con caracteres que no pongan en riesgo la salud, pero sí que puede hacerse para enfermedades graves después de valorar el caso. Incluso se puede seleccionar el género si ello supone evitar una enfermedad.
Ahora bien, si este primer paso no se ha realizado, lo siguiente sería esperar a conocer el sexo del feto. Esperar hasta la semana 16 para la ecografía supone un gran estrés para las madres, especialmente si los resultados no son concluyentes. Por eso, Detesex® puede disminuir muchísimo esa espera. Así, si se descubre que el feto estará enfermo, se puede optar por abortar mucho antes.
Ahora bien, es importante considerar que hay un 1% de probabilidad de que el resultado sea erróneo. Por eso, en caso de enfermedades ligadas al sexo, el protocolo establece que se debe confirmar por ecografía en la semana 16. Imaginemos que el riesgo va asociado a que sea niña y con Detesex® se ha descubierto que es niño. Lo será con un 99% de probabilidad, pero habría que comprobarlo de nuevo mediante ecografía para no continuar con un embarazo de riesgo en caso de que haya entrado en ese 1%.
En definitiva, Detesex® es una gran opción para quienes necesitan o quieren saber el sexo de su bebé cuanto antes. No importa si es por motivos clínicos o para celebrar una fiesta de revelación de sexo con los seres queridos. En cualquier de esos casos, este test aporta resultados con una sensibilidad inimaginable hace apenas unos años. La famosa dulce espera se hace más llevadera en cuanto se tienen respuestas como esta.
Autor: Azucena Martín Sevilla, Licenciada en Biotecnología