GENÉTICA DE LAS ENFERMEDADES MENTALES. LA FARMACOGENÉTICA COMO SOLUCIÓN
Este 10 de octubre, puntual a su cita anual, se conmemora en todo el mundo el “Día Mundial de la Salud Mental”. Es un día para recordar que la salud mental es una parte fundamental del bienestar humano, abogando por la comprensión y garantía de acceso a los servicios de salud mental para los afectados, así como por reducir el estigma negativo asociado a estas enfermedades.
El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades mentales no resultan tareas fáciles. Esto es por lo inespecífico de los síntomas, la subjetividad de estos, pero, sobre todo, por la variedad de factores que los condicionan. En cuanto al tratamiento, y en concreto el farmacológico, aun existiendo infinidad de estudios al respecto, no siempre es posible tratar adecuadamente al paciente y conseguir las mejoras deseadas en su salud.
ENFERMEDAD MENTAL O CONDICIÓN
Una enfermedad mental, trastorno mental o psiquiátrico y en palabras de la Organización Mundial de la Salud, es toda afección que involucra al funcionamiento psicológico de una persona, incluyendo alteraciones del estado de ánimo, las emociones, comportamiento, percepción de la realidad, aprendizaje, etc.
Dada la multifactorialidad de las enfermedades mentales, cuando estas se manifiestan en menor grado pueden pasar desapercibidas llevando los afectados una vida normal, no exentos de transmitir la condición a sus descendientes.
Ejemplos bien conocidos de enfermedades mentales son la esquizofrenia, la depresión, el trastorno de estrés postraumático, el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), trastornos del espectro autista (TEA), el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), entre otras muchas.
En numerosas ocasiones el cine se ha hecho eco de estas enfermedades, contribuyendo a su normalización. Así lo hizo las oscarizada “Una mente maravillosa” relatando la vida del matemático John Forbes Nash, ganador del Premio Nobel de Economía en 1994, premio que debió compartir con sus “amigos”, fruto de su genial intelecto como lo fue también su aporte a la teoría de juegos. Pero los primeros eran fruto de su condición como esquizofrénico. Y es que la inteligencia, también de herencia multifactorial, no está reñida con las enfermedades mentales, es más, puede ampliar el espectro de color con el que estas se presentan.
LA GENÉTICA DETRÁS DE LA ENFERMEDAD MENTAL
La genética desempeña un papel fundamental en el desarrollo de las enfermedades mentales, pero no es el único factor ni el determinante. Las enfermedades mentales son multifactoriales y algunas poligénicas, esto implica que dos personas con antecedentes familiares para la misma enfermedad mental, es decir, la misma predisposición genética para para padecerla, no tienen la misma probabilidad de manifestarla al haber otros factores que la condicionan.
En enfermedades como la esquizofrenia o el trastorno bipolar se han identificado variantes genéticas que aumentan el riesgo de padecer la enfermedad. Por su parte, en otros trastornos como el de ansiedad o el de estrés postraumático la genética tiene una menor influencia, en favor de factores ambientales como las experiencias traumáticas, el consumo de sustancias como alcohol o cannabis entre otras, e incluso el tan normalizado en la sociedad actual: el estrés.
En resumen, la confluencia de la genética y el ambiente conlleva la multifactorialidad de las enfermedades mentales y, por ende, su dificultad de diagnóstico, tratamiento y prevención. Esta última estaría enfocada en los factores ambientales controlables y en el consejo genético para conocer la probabilidad de transmisión de la condición a la descendencia.
Contribuyendo más aún a la complejidad de las enfermedades mentales, destacar que muchas de ellas (véase el TEA y el TDAH) muestran síntomas comunes que desdibujan la línea que separa unas condiciones de otras, llegando incluso a coexistir en lo que se conoce como “doble excepcionalidad”. Este hecho, que aún requiere de estudios en profundidad, obedece muy probablemente al ligamiento de los genes o marcadores asociados a las enfermedades mentales que se manifiestan. Es decir, las variantes genéticas responsables se encuentran cercanas en los cromosomas y se heredan de manera conjunta y, en ocasiones, se manifiestan de manera conjunta, no siendo conditio sine qua non, puesto que el ambiente será determinante.
Para detectar las variantes genéticas detrás de las enfermedades mentales se recomiendan estudios de secuenciación masiva o NGS (New Generation Sequencing), ya que permiten estudiar el exoma o el genoma completo del paciente, identificándose todas las variantes descritas para la enfermedad mental en cuestión.
El estudio del peso del ambiente sobre los genes y la manifestación, o no, de la enfermedad mental se vienen realizando durante años estudios en gemelos idénticos que no han convivido. Estos partirían de una misma base genética pero diferentes ambientes. Como ejemplo de este tipo de estudios estaría el diagnóstico genético de esquizofrenia, cuya predisposición genética tiene una notable influencia su desarrollo y viéndose que gemelos separados han desarrollado de manera similar la enfermedad.
Por contra, en trastornos como la depresión, es menos posible el diagnóstico genético y que este sea decisivo en el desarrollo de la enfermedad puesto que el ambiente juega un rol mucho más importante que los genes.
FARMACOGENÉTICA Y ENFERMEDADES MENTALES
No conviene olvidar que las enfermedades mentales tienen tratamiento. Son diferentes sus abordajes que incluyendo tanto la psicoterapia y como el tratamiento farmacológico.
En este último también tiene un papel determinante la genética. Esta influye en la respuesta que tiene cada persona al tratamiento farmacológico que se le aplica por tener diferentes genes codificantes para las proteínas implicadas en las rutas metabólicas del fármaco en cuestión y su correspondiente efectividad, mayor o menor.
En este punto juega un papel cada vez más relevante la farmacogenética.
Esta es una rama de la genética centrada en estudiar las diferencias genéticas individuales que influyen en la respuesta de una persona a los medicamentos. Esto tiene importantes implicaciones en la medicina personalizada, especialmente en enfermedades (como sucede con las mentales) que por su complejidad no suelen responder bien a todos los fármacos y se ven abocadas a someter al paciente al ensayo y error hasta encontrar el tratamiento adecuado para él.
Las variaciones genéticas influyen en el diferente metabolismo de los medicamentes y su eficacia terapéutica, incluso, en la predisposición de reacciones adversas al medicamento, incluyendo efectos secundarios graves, también radica en los genes.
Por todo ello, la farmacogenética permitirá en un futuro cada vez más cercano, la posibilidad de adaptar los tratamientos farmacológicos a las características genéticas del individuo, aumentando su eficacia y minimizando. sus efectos secundarios.
Ángela M. Martín Sevilla, Licenciada en Biología.
REFERENCIAS:
- Havdahl, A., Niarchou, M., Starnawska, A., Uddin, M., van der Merwe, C., & Warrier, V. (2021). Genetic contributions to autism spectrum disorder. Psychological medicine, 51(13), 2260-2273.
- Lin, E., Lin, C. H., & Lane, H. Y. (2020). Precision psychiatry applications with pharmacogenomics: artificial intelligence and machine learning approaches. International journal of molecular sciences, 21(3), 969.
- Organización Mundial de la Salud.
- Yap, C. X., Alvares, G. A., Henders, A. K., Lin, T., Wallace, L., Farrelly, A., … & Gratten, J. (2021). Analysis of common genetic variation and rare CNVs in the Australian Autism Biobank. Molecular autism, 12, 1-17.