EL SÍNDROME DEL CROMOSOMA X FRÁGIL: LA PRINCIPAL CAUSA HEREDITARIA DE DISCAPACIDAD INTELECTUAL

EL SÍNDROME DEL CROMOSOMA X FRÁGIL: LA PRINCIPAL CAUSA HEREDITARIA DE DISCAPACIDAD INTELECTUAL

El síndrome del cromosoma X frágil (SXF) es un trastorno del neurodesarrollo de origen genético y hereditario, cuya manifestación principal es la discapacidad intelectual. En esta entrada, se explorarán sus causas, síntomas, modo de herencia, método de diagnóstico, posible tratamiento y perspectivas futuras.

¿QUÉ ES EL SÍNDROME DEL X FRÁGIL Y CUÁLES SON SUS CAUSAS?

El SXF es la forma más común de discapacidad intelectual hereditaria, especialmente en varones. A nivel mundial, afecta a aproximadamente 1 de cada 4000 hombres y de 1 de cada 6000 mujeres. Sin embargo, se estima que el 80% de las personas con SXF no están diagnosticadas.

Los cromosomas son las estructuras que contienen nuestro ADN, la información genética que dirige la producción de proteínas esenciales para el funcionamiento del cuerpo humano. El SXF, en concreto, está causado por una anomalía en el gen FMR1 del cromosoma X. Esta mutación reduce o detiene completamente la producción de una proteína necesaria para el desarrollo y la función neurológica. La cantidad de proteína producida influye en el grado de discapacidad intelectual y otros síntomas que los afectados pueden presentar.

¿Con qué síntomas se asocia?

Los síntomas del SXF pueden incluir una variedad de manifestaciones tanto físicas como neurológicas:

-Discapacidad intelectual. Puede variar desde problemas de aprendizaje hasta discapacidad intelectual grave.

-Trastornos del comportamiento. Incluyendo rasgos del espectro autista como hiperactividad, déficit de atención, problemas de comportamiento y dificultades sociales.

-Dificultades con el lenguaje y el habla.

-Convulsiones. Presentes en aproximadamente el 6-20% de los niños con SXF.

-Prolapso de la válvula mitral.  Una condición cardíaca en la cual la válvula que separa las cámaras del corazón no funciona correctamente.

-Características físicas distintivas. Rasgos faciales toscos, pies planos, articulaciones flexibles, tono muscular bajo, tamaño corporal grande, orejas y frente grandes, mandíbula prominente y cara larga, entre otras.

Por otra parte, en mujeres portadoras de la afección, pueden presentarse otros síntomas como problemas de infertilidad y menopausia precoz.

Portadores y afectados: ¿Cuál es la diferencia?

La diferencia entre ser portador o estar afectado por el síndrome del X frágil se basa en el número de repeticiones de una pequeña parte del código del gen FMR1, los tripletes CGG. Cuantas más repeticiones se posea, mayor es la probabilidad de desarrollar la condición.

-Afectados: Presentan más de 200 repeticiones del triplete CGG. Esto provoca que la proteína no se produzca de manera adecuada y no realice su función. Estas personas presentan SXF y sus síntomas pueden variar en gravedad.

-Portadores: Poseen entre 53 y 200 repeticiones. Esta condición, conocida como premutación, no da lugar al desarrollo de la enfermedad. Sin embargo, su descendencia tiene un mayor riesgo de desarrollar SXF, ya que debido a la inestabilidad del gen el número de repeticiones podría aumentar en la siguiente generación.

-Población general: El promedio de repeticiones es menor de 52, lo cual es considerado normal y no está asociado con SXF.

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¿Cómo se hereda esta enfermedad?

El SFX sigue un patrón de herencia dominante ligado al cromosoma X. Esto implica que una mutación en una de las dos copias del gen FMR1, ya sea la copia heredada del padre o la de la madre, puede dar lugar al desarrollo de la enfermedad dependiendo del número de repeticiones del triplete CGG.  Dado que el SXF es una enfermedad ligada al cromosoma X, la manifestación y severidad de la afección difieren entre sexos.

-Hombres: Poseen un solo cromosoma X. Por lo tanto, si heredan la mutación completa desarrollarán la enfermedad.

-Mujeres: Tienen dos cromosomas X. Sin embargo, es importante destacar que para evitar que expresen el doble de genes en comparación a los hombres uno de los dos cromosomas X se inactiva aleatoriamente en cada célula del cuerpo de la mujer. Si el cromosoma X inactivado en su mayoría es el de la mutación, la producción de la proteína puede ser normal evitando el desarrollo de los síntomas, aunque la mujer seguirá pudiendo transmitir la mutación a su descendencia. No obstante, si el cromosoma X sano es el inactivado, la producción de la proteína se verá afectada, contribuyendo al desarrollo de la enfermedad. Por ello, los síntomas en mujeres suelen ser más leves que en los hombres y, a menudo, son consideradas portadoras de la enfermedad y no afectadas.

Así, el modo de transmisión del SFX es el siguiente:

-Madre portadora: La probabilidad de transmitir la mutación asociada a el SXF es del 50% en cada embarazo. Esto se traduce en que el 50% de las hijas serán portadoras y el otro 50% estarán sanas, mientras que de los hijos el 50% estarán afectados y el 50% restante estarán sanos.

-Padre afectado: Transmite el cromosoma X con la mutación a todas sus hijas, que serán portadoras, mientras todos sus hijos serán sanos, ya que heredan el cromosoma Y.

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¿Cómo se diagnostica?

El síndrome del X frágil se diagnostica principalmente mediante el análisis genético del gen FMR1. Para ello se emplean técnicas como la PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa) para amplificar el ADN, seguido de un análisis de la longitud de los fragmentos de restricción. Esto nos permite determinar el número de repeticiones presentes del triplete CGG en la muestra de ADN, la cual se obtiene a partir de sangre periférica del paciente.

Este análisis genético proporciona información crucial para determinar tanto si el individuo está afectado y posee la mutación completa como si el individuo es portador de la premutación y el consecuente riesgo de transmitirlo a su descendencia.

¿Existe algún tratamiento o cura?

Actualmente, no existe una cura para revertir la mutación genética subyacente que causa el síndrome del X frágil. Sin embargo, existen enfoques terapéuticos para manejar los síntomas y la calidad de vida de las personas que lo padecen.

Una intervención que incluya logopedia y terapia del lenguaje, programas educativos especializados, apoyo psicológico y emocional, entre otros, ayuda a los niños y personas con este síndrome a maximizar sus habilidades. Por otra parte, en algunos casos se pueden utilizar medicamentos para manejar síntomas específicos como la hiperactividad, la ansiedad o los problemas de atención.

Conclusión y perspectivas futuras

En conclusión, el síndrome del X frágil es una condición genética que afecta de manera variable a las personas y tiene una prevalencia significativa entre las enfermedades raras. Diversas investigaciones han demostrado que iniciar de forma temprana con terapias educativas puede mejorar notablemente los resultados en los niños afectados. Esto subraya la importancia de un diagnóstico precoz y preciso para esta condición genética.

En el futuro, se esperan avances en la investigación que podrían llevar al desarrollo de técnicas que permitiesen aumentar la cantidad y restaurar la función de la proteína FMRP, ofreciendo nuevas esperanzas para la cura de este síndrome.

 

Sara Francisco Concepción. Graduada en Biomedicina Básica y Experimental.