¿SABES INTERPRETAR LOS INFORMES DE RESULTADOS DE TUS ANALÍTICAS?
Cada día recibimos informes de diferente naturaleza: analíticas de sangre, un artículo científico, informe policial e incluso las propias facturas podemos considerarlas informes. Pero ¿sabemos interpretarlos?
Un recibo del banco o factura de luz son informes de nuestra situación financiera. Cuando se refiere a informes de salud podemos tener desde los partes de alta cuando hacemos una visita a urgencias o atención primaria hasta un informe de un estudio genético, pasando por las analíticas de sangre habituales. Todos ellos ponen en nuestro conocimiento el valor de determinados parámetros solicitados a fin de conocer el estado en que se halla nuestra salud.
Así, por ejemplo, una analítica solicitada para conocer si un paciente tiene anemia incluirá el recuento de las células sanguíneas (hemograma) y otras pruebas como los niveles de hemoglobina, hierro, ferritina… todos ellos relacionados con el número de glóbulos rojos que, por definición, estarían disminuidos en un caso de anemia.
Pero ¿sabemos o podemos interpretarlos? ¿Tienen toda la información o requieren de lectura especializada? Bien, esto va a depender de lo técnico y complejo que sea el análisis y su informe aparejado.
¿Qué es un informe?
Un informe de resultados es, según dicta la RAE, “la descripción, oral o escrita, de las características y circunstancias de un suceso o asunto”. Es decir, ante una cuestión, se desarrolla el procedimiento para responderla y la respuesta será emitida como informe.
Podría resumirse con el siguiente diagrama:
Si el informe de resultados no resolviese por completo la cuestión, se podría ampliar el estudio con nuevas pruebas que derivarán en un informe adicional que completará el primero.
Ejemplo de informe
Tomando como referencia la práctica clínica, y en concreto un informe de un análisis de sangre para estudiar una posible anemia, este podrá haberlo solicitado el facultativo de atención primaria al paciente que le plantea síntomas de anemia (mareo, cansancio, presión en el pecho…), o el propio paciente en un laboratorio o clínica especializados para realizarse una revisión de rutina. La analítica en cuestión, para el estudio de anemia, contendrá parámetros relacionados con el número de glóbulos rojos en la sangre y los niveles de hierro.
Al paciente se le practicará la extracción de sangre habitual por punción venosa, que será analizada en el laboratorio de referencia. Este a su vez, será el que emita el informe de resultados con los valores obtenidos para cada parámetro solicitado y que recibirá el paciente o el médico solicitante.
En el informe normalmente no se realiza la interpretación del mismo, de esto se encargará el galeno y le explicará detalladamente al paciente cuál es su estado y las medidas a tomar en base a él.
Sí que se muestran en informe los “Valores de Referencia” de cada parámetro, así como sus unidades de medida. Estos son los valores de cada parámetro que son considerados normales para la población y acompañan al resultado del paciente con el fin de mostrar si su resultado se encuentra dentro de la normalidad o si, por contra, es anómalo. Asimismo, pueden mostrarse aclaraciones relativas a la técnica empleada, interferentes, etc., que ayudarán a la interpretación del informe.
A continuación, se muestra un ejemplo de informe de resultados con algunas de las pruebas que normalmente se solicitarían en un estudio de posible estado anémico.
La primera columna expone el parámetro (o prueba) analizado, la segunda el resultado obtenido para el paciente en cuestión y por último el intervalo o valor de referencia para cada una de las pruebas.
Este intervalo es muy importante y de gran ayuda a la hora de interpretar los resultados del informe. Los valores de referencia se obtienen en base a estudios estadísticos de los resultados para un número suficientemente elevado de personas sanas. Con ellos se establece el rango de valores que son habituales entre dichas personas sanas, es decir, valores normales.
Con el valor de referencia incluido en el informe de resultados el propio paciente podrá comprobar por sí mismo el estado de su salud incluso antes de acudir a su médico. Si sus resultados se encuentran fuera del valor o intervalo de referencia aparecerán marcados (con asteriscos o flechas) y serán tenidos en cuenta para el diagnóstico.
No hay que olvidar que los valores de referencia son un indicativo, un referente, no una verdad absoluta y habrá que considerarlos con cuidado y todos en conjunto, no de manera independiente. Así, pues, un valor que salga marcado como fuera de rango puede estarlo, pero por muy poco, ese “muy poco” deberá ser valorado por un ojo lo bastante letrado y experimentado para poder emitir un juicio diagnóstico. Asimismo, un valor en rango considerado con otro que no lo esté puede también ser importante si son pruebas relacionadas entre sí.
¿Puede el paciente interpretar él mismo su informe? Cuidado con el “Doctor Google”
En la sociedad que nos movemos, estamos acostumbrados a consultar todo en Google. ¿Por qué no iba a ser lo mismo con el informe de resultados de una prueba diagnóstica como una analítica de sangre?
Google es la herramienta de búsqueda virtual por excelencia. Cualquier duda que nos surge tendemos a resolverla con su ayuda. Del mismo modo ocurre cuando necesitamos un diagnóstico. Le introducimos los datos conocidos a la web y esta nos genera el diagnóstico.
En lo relativo a los informes clínicos, Google siempre será una ayuda para que el paciente pueda resolver las dudas e inquietudes surgidas sobre sus informes de resultados, clínicos o de otra índole, así como ampliar su información después de haber sido diagnosticado por el médico. Pero el paciente podría pasar por alto información importante si no se tiene cuidado o la formación necesaria en la materia.
Así pues, el informe debe contener toda la información solicitada de forma clara, pero las inferencias obtenidas a partir de él se recomiendan que sea el facultativo especialista quien las realice, emita el diagnóstico y prescriba las pautas o el tratamiento a seguir de ser necesario.
El paciente podrá, en determinadas situaciones, acudir a un laboratorio o clínica y solicitar pruebas que él considere que necesita, sin que se le hayan prescrito previamente. No obstante, estos lugares, si bien le harán la analítica solicitada, también le dirigirán hacia qué necesita estudiarse en base a su historia clínica, edad, antecedentes, síntomas, preocupaciones, etc. Asimismo, el laboratorio podrá ayudar al paciente con la interpretación del informe una vez emitido, si este lo que requiere.
Huelga decir, como ya se apuntó anteriormente, que a mayor técnico y complejo sea el informe, menos debe tratar de interpretarlo un paciente no facultado para ello. E incluso, por ejemplo, si se tratase de un informe genético, debe ser un especialista en la materia el que lo interprete y practique el asesoramiento genético en su caso.
En definitiva, todos podemos leer y entender nuestros informes, pero la interpretación habrá que dejarla a los especialistas.
Ángela M. Martín Sevilla, Licenciada en Biología.