¿POR QUÉ LA HORMONA ANTIMÜLLERIANA ES TAN IMPORTANTE PARA BUSCAR EL EMBARAZO?
La hormona antimülleriana es uno de los indicadores más importantes de la reserva ovárica de una mujer. Es decir, nos indica si hay suficientes ovocitos y, por lo tanto, si será sencillo conseguir el embarazo, ya sea de forma natural o mediante técnicas de reproducción asistida.
Obviamente, no es la única forma de saber si se podrá obtener el embarazo. Intervienen otros muchos factores, pero este es uno de los primeros que se analizan. Ahora bien, eso no quiere decir que sea una hormona meramente femenina. De hecho, es precisamente la encargada de que los embriones masculinos se sigan desarrollando como tal.
También permanece después del nacimiento, aunque su predominancia es muy diferente en hombres y mujeres. Por lo tanto, se puede decir que todos la tenemos, pero cuando en unos está en auge en otros flaquea. Veamos qué significa eso con más detenimiento.
La hormona antimülleriana durante el desarrollo embrionario
Todos hemos escuchado alguna vez eso de que todos los embriones son femeninos en un principio. Es una forma poco concisa de decirlo, pero no es una afirmación del todo errónea. Lo que sí es cierto, es que, por defecto, los embriones desarrollan los órganos sexuales femeninos. Este proceso solo puede revertirse en presencia de la hormona antimülleriana. Por eso, aquellos embriones que tienen una dotación cromosómica XY (biológicamente masculina) empiezan a producir esta hormona alrededor de la semana 8-9 de desarrollo. Así, se impide que se formen los conductos de Müller, que después darán lugar al útero, el cuello uterino, las trompas de Falopio y la parte superior de la vagina. En los embriones con dotación XX, dado que esas semanas de desarrollo no se produce la hormona, sí que se forman los conductos de Müller.
Ahora bien, una vez que estos ya se han formado y no hay marcha atrás, sí que se empieza a producir la hormona antimülleriana. Tras el nacimiento, en el caso de los niños, los niveles de esta hormona se mantienen elevados hasta la pubertad, mientras que en las niñas ocurre todo lo contrario. Justo en ese momento es cuando empiezan a aumentar los niveles.
Ovocitos y reserva ovárica
Los hombres empiezan a producir espermatozoides durante la pubertad y siguen haciéndolo durante prácticamente toda su vida. En cambio, las mujeres ya nacen con todos los óvulos que podrán gastar hasta la menopausia. Esto es lo que se conoce como reserva ovárica; aunque, si somos exactos con la terminología, no se puede decir que aún sean óvulos, ya que ese nombre no se da hasta que no terminan de madurar.
Inicialmente, los óvulos contienen una especie de quistes, llenos de líquido, en los que se encuentran los óvulos sin madurar, llamados ovocitos. Estos quistes, que en realidad no lo son, ya que no tienen una connotación patológica, se denominan folículos.
Por lo tanto, las mujeres nacen con una cantidad determinada de folículos, con ovocitos en su interior. Estos se mantienen sin cambios hasta la pubertad. Pero, desde ese momento, cada 28 días madura un ovocito, dentro de un folículo, en uno de los ovarios. Hecho esto, pasa a las trompas de Falopio, donde termina de madurar y ya sí podemos considerarlo como un óvulo.
Dado que desde el nacimiento hay una reserva ovárica exacta, desde el momento que empieza la pubertad se van perdiendo ovocitos. Por eso, a medida que avanzamos en la edad reproductiva, quedarán menos y probablemente de menos calidad.
También es importante destacar que un folículo no indica necesariamente la presencia de ovocitos. Pueden encontrarse vacíos, especialmente a medida que se acerca la menopausia.
¿Qué tiene que ver la hormona antimülleriana en todo esto?
Básicamente, la hormona antimülleriana se produce en los folículos, pero solo en aquellos que tienen ovocitos en su interior, ya que se sintetiza en las células de la granulosa, cuya función es precisamente rodearlos y protegerlos. Por eso, a más hormona antimülleriana, mayor será la reserva ovárica.
Esto convierte esta hormona en un buen indicador, que además tiene otra gran ventaja. No importa en qué fase del ciclo menstrual esté la mujer, los niveles son siempre los mismos. Por eso, no es necesario tomar las analíticas en un momento concreto. Ahora bien, aquí hay otro punto a tener en cuenta. Y es que la reserva ovárica suele medirse a través de otros indicadores, como las hormonas FSH y LH. El resultado conjunto de todos estos niveles da una idea mucho más concreta sobre la cantidad de ovocitos de una persona. Y estas hormonas sí que varían durante el ciclo menstrual. Por eso, lo más habitual es tomar una única muestra, en los días 3-5 desde que se inicia la menstruación.
¿Cuáles son los resultados más deseables?
Volviendo a la hormona antimülleriana, antes de realizar un ciclo de reproducción asistida es muy importante medirla por dos motivos. Por un lado, para saber si el problema de fertilidad que ha llevado a la paciente a la clínica tiene relación con la reserva ovárica. Y, por otro lado, para saber cómo reaccionaría a la estimulación ovárica.
Se suele decir que este proceso se realiza para obtener más óvulos, pero no es cierto. Los ovocitos son los que son. Sin embargo, en vez de madurar de uno en uno cada 28 días, lo que se consigue es que, de una sola vez, maduren varios ovocitos en varios folículos. Es un proceso que se realiza cuando una mujer quiere congelar sus ovocitos, ya que no tendría sentido extraerle uno cada mes. También, por el mismo motivo, se les hace a las mujeres que quieren ser donantes. Y, finalmente, a las que se someten a tratamientos de reproducción asistida. A más ovocitos listos para ser fecundados, mayor probabilidad de embarazo.
Pero es importante tener cuidado. Para empezar, si la reserva ovárica es muy baja, no suele valer la pena estimular, ya que no hay muchos ovocitos que puedan madurar. Y, si es demasiado alta, se debe tener también cuidado, pues se puede producir algo conocido como síndrome de hiperestimulación ovárica. Este generalmente ocurre de forma leve y no provoca más que náuseas, dolor abdominal y algunos otros síntomas fácilmente solucionables. Pero, en pocos casos, puede ser muy grave, por lo que es importante prevenirlo en la medida de lo posible.
Aunque los niveles de referencia pueden variar, por lo general se considera que los niveles de hormona antimülleriana son muy altos y, por lo tanto, hay riesgo de hiperestimulación ovárica, si están por encima de 6 ng/ml. Entre 0,9 y 6 ng/ml se considera que hay una buena reserva ovárica, si está entre 0,7 y 0,9 ng/ml ya ha empezado a bajar y, finalmente, si los niveles están por debajo de 0,7 ng/ml, la reserva ovárica es tan baja que sirve de muy poco la estimulación.
Teniendo esto en cuenta, podemos hacernos una idea de cuánto queda por gastar y actuar en consecuencia.
Azucena Martín Sevilla, Licenciada en Biotecnología
BIBLIOGRAFÍA:
La hormona antimülleriana: utilidad para estudiar la fertilidad (reproduccionasistida.org)
Síndrome de hiperestimulación ovárica – Síntomas y causas – Mayo Clinic
¿Qué son los Folículos y en qué se Diferencia de los Óvulos? ? IFER (institutodefertilidad.es)